Ajustar las cuentas públicas. Mentiras y falacias

El gobierno del Partido Popular ha renunciado a la aplicación de una política fiscal más progresiva. Todo lo contrario, la regresividad que caracteriza nuestro sistema tributario es ahora más pronunciada que antes del estallido de la crisis.

Uno de los argumentos más recurrentes para justificar esa apuesta política por la regresividad fiscal –sí, decisión política para la que se busca una justificación económica- ha sido la supuesta fuga de capitales que se produciría en el caso de que aumentara la carga tributaria sobre los ricos y las grandes corporaciones. Sigue leyendo

Europa, Rajoy, Rivera y Podemos

¿Es necesario que el programa electoral con el que los partidos políticos acuden a las elecciones formule propuestas al respecto de la actual encrucijada europea? En mi opinión, la contestación debe ser rotundamente afirmativa. Hay, al menos, cuatro razones que justifican una clara toma de posición: a) por la gestión autoritaria y oligárquica que la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, junto al Fondo Monetario Internacional (la célebre Troika) han realizado de la crisis, b) por los cambios decisivos, una histórica regresión, que se han operado en las instituciones comunitarias y en las políticas que promueven, c) porque nuestra economía forma parte de la Unión Europea (UE) y de la Unión Económica y Monetaria, lo que supone una notable cesión de soberanía en parcelas cruciales de la política económica, y d) porque la credibilidad y la legitimidad de la UE ha quedado seriamente erosionada, incluso entre aquellos sectores de la ciudadanía más comprometidos e ilusionados con el denominado “proyecto europeísta”. Sigue leyendo

¡Reducir el déficit público no es el objetivo de un gobierno decente!

Todos los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia: España incumple los objetivos de déficit público fijados por la Comisión Europea (CE). Como ocurrió en los años anteriores y como ocurrirá en el actual. De nuevo irrumpe Europa en la escena política. Con la misma música y letra que en la campaña electoral, cuando la CE recordaba –exigía, de hecho- que el gobierno que surgiera de las elecciones tendría que llevar a cabo el plan de ajuste presupuestario exigido por Bruselas.

Reducir el déficit público no es el objetivo de un gobierno decente